Texto:PF.Rey Foto:donde se esconde el sol cc flirck
En este lugar desde el que os escribo, la gran meta de cada uno de nosotros es: ¿como dejar de estar, donde estamos? Y dado que físicamente no está en nuestras manos el dejar de estarlo, o por lo menos no en la medida que nosotros quisiéramos. Desgraciadamente dependemos de terceros, “Jueces, Fiscales, Educadores, Psicólogos, Criminólogos, Asistentes sociales, y Tutores”.
Hoy nos referimos a dejar de estar donde estamos, pero nos referimos exclusivamente a una escapada mental, o sea conseguir hacer una vida en este pozo, pero engañando a la mente para que no lo parezca. Para ello disponemos de muchas artimañas ( no todas son legales ), dejando estas a un lado, las cuales no comparto.
Nos referiremos a las que si lo son, y para ello contamos con la colaboración de las educadoras de fin de semana, quienes se empeñan en que no seamos unos internos comunes y nos incentivan a colaborar en diferentes actividades, entre las variadas iniciativas nos complace mayormente la de estar un poco a nuestro aire, con los amigos, como los que en su día tenías cuando estabas en libertad. Es como quedar en la plaza del barrio a fumar un cigarrillo y comentar como ha ido la semana, dejando un poco de lado la rutina semanal, esa lamentable rutina semanal.
Como novedad, la semana pasada nos invitaron a compartir una jornada diferente, con unas simpáticas y esforzadas “dinamizadoras”, si, ya se, ha mi me paso lo mismo, ¿qué es eso de ser un dinamizador?, ¿de qué se trata?. Pues bien, ahora os lo cuento. A pesar del retraso con el cual empezó la jornada y el poco tiempo de que dispusimos, tenemos que agradecer el esfuerzo de dos simpáticas DINAMIZADORAS, que de forma voluntaria y sin cobrar, mas bien corriendo de su bolsillo los gastos de transporte y demás periféricos. Nos regalaron su tiempo y su esfuerzo y dieron muestras de que saben lo que hacen, tratar con una veintena de “¿delincuentes?” Y que no les tiemble el pulso ya es de admirar, en realidad no llegué a preguntar si habían actuado anteriormente en prisiones, pero no se les dio nada mal. Sin entrar en detalles de la poca colaboración por parte nuestra, debido a que no estamos acostumbrados a tales menesteres, creo que consiguieron que nos implicáramos bastante en la actividad.
Un breve calentamiento, estiramientos y a mover el body se ha dicho. Una serie de ejercicios de introducción para cortar el hielo, descargar la tensión y conocernos un poco mejor. Seguimos con un par de juegos que creía tener olvidados, me recordó a cuando jugábamos en el patio del colegio, de un pequeño pueblo de la Costa Catalana y la vida se podía llamar vida.
Respiré por unos instantes aquellos años de inocencia, de ingenuidad, donde el mayor de los problemas, suponía explicarle a mi madre los arañazos y esconchones que lucían mis rodillas. Por unos breves momentos, mente y alma se escapa a lomos de una memoria lejana, aparcada en algún lugar de tu ser, convirtiéndote de nuevo en un chico de pantalones cortos y pecas en la cara. ¡ AH, QUE TIEMPOS…¡
Para mí eso fue suficiente para agradecer esa invitación y compensa estar apuntado a dichas actividades de fin de semana, un día más que le robamos a estos muros y deja de ser uno más.
Ya no es un día normal “IS NOT A SINGLE DAY”, bienvenidas sean todas las iniciativas de este tipo, es bueno que te recuerden que no siempre fuiste un delincuente, que una vez, en un pasado mas o menos lejano, formabas parte de una sociedad que no te miraba por encima del hombro y que puedes mantener la esperanza de que, esta vez sí, ¡esta lo conseguirás¡.
Me pregunto, ¿por qué no hay mas personas de ese género al que me refiero?, de esas para las que no eres un simple expediente a resolver, antes del siguiente, ¿es que no hay mas personas que realmente sientan que están haciendo una labor importante entre este complejo de altas paredes?, que recuerden los motivos por los cuales empezaron a trabajar con personas marginales, esa vocación que les impulso a tratar de cambiar el mundo desde dentro, a revelarse contra la opinión general y la postura fácil de cerrar la puerta y tirar la llave.
O soy yo el iluso. Y a esas personas las ahogó la burocracia y el corporativismo que rodea a cualquier institución gubernamental y acabaron por convertirse, en más de esas piezas, del enorme engranaje del que está compuesto este sistema social. Realmente es mas importante, pagar la hipoteca y las facturas, anulando la gratificación personal y esa enorme satisfacción que produce hacer las cosas cuando te salen del alma y puedes comprobar en el rostro de la gente la verdadera recompensa, el verdadero motivo de SER y no solo de ESTAR.
Pero no me quiero perder en polémicas batallas, de las cuales no sacaré nada en claro, me baste con dar gracias por que las cosas no son peores (que podrían serlo) y agradecer a su vez a Belén y Joana y a quienes las convencieron por su intento de regalarnos “UN DÍA DIFERENTE”.